Israel: Construir, congelar


ISRAEL-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Acepta un Estado palestino pero con condiciones. Acepta la parálisis temporal de la construcción en las colonias de Cisjordania pero antes aprueba la creación de 500 viviendas. Lanza un guiño al presidente norteamericano, Barack Obama, y espera una reunión con el 'rais' palestino, Abu Mazen pero también lanza el guante y la pala a los colonos.


El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha demostrado este fin de semana que es un mago en el arte que podría denominarse, "querer contentar a todos y al final cabrearlos aun más". Obama, Abu Mazen y los colonos comparten una pregunta: "¿Qué es lo que Netanyahu realmente desea?".
Tras seis meses de desencuentros y fuertes presiones, Obama consiguió el compromiso de Netanyahu de congelar la construcción en las colonias a partir del 1 de octubre. Fundamental para los palestinos que lo condicionan a cualquier reinicio del proceso de paz. Duración de la moratoria, entre seis y doce meses. Insuficiente para los palestinos, excesivo para los colonos, un buen inicio para Estados Unidos.
Tras constatar que algunos ministros y diputados de su partido (Likud) se movilizaron peligrosamente contra el acuerdo -y a fin de cuentas, contra él- Netanyahu se inventó una pastilla para que el dolor fuera más llevadero: la aprobación inmediata de la creación de 500 casas en seis asentamientos.
Una decisión que los colonos consideran "ridícula y una tapadera para justificar el escandaloso acuerdo que ahogará la vida de los judíos en Judea y Samaria (Cisjordania)", la Casa Blanca lo lamenta y Abu Mazen lo condena enérgicamente. "Es inaceptable y pone en peligro la reunión en Nueva York", afirma el líder palestino invitado a la cumbre tripartita con Netanyahu y Obama, prevista para dentro de dos semanas. Abu Mazen no aceptará la reunión mientras el número de casas de los colonos vaya aumentando. "Si se cumple este plan de expansión rápida de las colonias, demostrará que no quiere la reanudación del proceso de paz. Por eso no tiene sentido alguno celebrar un encuentro" afirma. El nuevo liderazgo de 'Al Fatah', surgido del Congreso de Belén, apoya ciegamente la postura de su líder frente al Gobierno israelí.


Las causas del enfado general
Los palestinos están tan enfadados con el nuevo plan de Netanyahu como por la tibia oposición mostrada por Estados Unidos.
Aunque Netanyahu se lo había adelantado hace 14 días en Londres, el enviado especial de Obama, George Mitchell, ha protestado e incluso se ha planteado aplazar su visita a Jerusalén a finales de semana. La rabia de la Casa Blanca no es por las 500 viviendas sino por la decisión de Netanyahu de filtrarlo y venderlo a lo grande a su núcleo duro del partido para demostrar que "no cede" y sigue siendo el 'Bibi' de siempre.
Tal y como está el patio, si se produce una cumbre durante la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York, Netanyahu deberá esforzarse para ganarse la confianza de Abu Mazen... y Obama.
A cambio de congelar la construcción en Cisjordania, EEUU ha prometido gestos de países árabes como la apertura de oficinas comerciales de Israel en sus capitales o la autorización para que las compañías aéreas israelíes puedan cruzar sus cielos.
"Siempre es lo mismo, la derecha gana con nuestros votos pero cuando llega al poder nos congela", se quejan en el Consejo de Colonos. Ron Najman, alcalde de Ariel, en Cisjordania, ataca con dureza a Netanyahu: "Para poder volar por Arabia Saudita, ¿yo tengo que cerrar guarderías? También en los Acuerdos de Oslo, nos ofrecieron lo mismo y no se consiguió la paz. Comprendo la presión internacional, pero Netanyahu nos ha defraudado". Najman es el eterno dirigente de un asentamiento creado en el 78 y que hoy en dia los israelíes consideran una ciudad más, con 20.000 habitantes y 11.000 estudiantes que acuden al Centro Universitario de Ariel.
Las opiniones de Najman sobre el acuerdo con Estados Unidos son compartidas por varios ministros israelíes. "Frenar la edificación de casas para las personas que desean vivir allí es inaceptable. Como los árabes tienen derecho a construir en todos los lugares, nosotros también", lamenta el ministro de Infraestrucuturas, Uzi Landau. Silvan Shalom, responsable de Desarrollo Regional añade que "no es lógico paralizar la construcción solo para conseguir una reunión con Abu Mazen".
¿Congelar? Netanyahu lo llama "reducción en la construcción". El vice primer ministro, Eli Ishai usa el término "suspensión estratégica". El acuerdo con Obama no incluye Jerusalén Oriental, donde los palestinos aspiran a proclamar como capital de su futuro Estado.
"Estamos ante un periodo sensible e importante. Nuestro deber es apoyar la iniciativa de paz de Obama para conseguir un acuerdo de paz en la región", afirma Ehud Barak (Defensa), encargado de aprobar la creación de las viviendas. Un nuevo as que Netanyahu tenía en la manga para intentar sobrevivir a la presión externa e interna.