Rodeados de ondas no inocuas

(Fuente: XLSemanal, OMS; imagen: XLSemanal)

La semana pasada, el XLSemanal nº1217 publicaba un artículo titulado '¿Nos están enfermando las ondas?', acerca de la contaminación electromagnética. En dicho artículo se describe como estamos rodeados de ondas naturales y artificiales, muchas de ellas agrupadas en los campos electromagnéticos (CEM) de diferentes frecuencias. El único efecto reconocido unánimemente por la comunidad científica es el del calentamiento que producen los CEM (efecto térmico). Si salimos de dicho efecto, la comunidad científica no se pone de acuerdo sobre otros efectos no térmicos que pueden producir, dando paso a una incertidumbre científica.

En el artículo se menciona que en el año 2000, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el 'Principio de Precaución' para los países que de forma voluntaria quisieran aplicarlo. Esto implica que podrían emprender acciones para un riesgo potencialmente grave sin esperar los resultados de la investigación científica. Países como Francia, Austria o Alemania ya han empezado a mover ficha, principalmente con acciones dirigidas a la protección de los menores, conscientes de que la «inexistencia de pruebas» no significa la «inexistencia de potenciales daños».

El catedrático de Electromagnetismo y Medalla a la Dedicación Universitaria de la Universidad de Murcia, Dr. José Margineda Puigpelat, cierra el artículo con un «[...] Creo que nadie sensato niega la evidencia de los efectos de la radiación electromagnética no ionizante, pero, insisto, el problema está en determinar los niveles de riesgo y cuáles son los efectos peligrosos, pues no todos los efectos lo son.»