- A qué se dedica usted, si no es indiscreción?
- Soy jinete del Apocalipsis.
- Anda, pues eso tiene que ser muy interesante, no?
- No lo crea, nos pasamos entrenando una eternidad. Hay que manejar la brida del caballo con una mano, sostener la trompeta con la otra y cabalgar por el aire con apostura de jinete perfecto y además aterrador.
- Y para cuándo tenemos el Apocalipsis?
- Y que sé yo!... Hemos recibido tantos avisos falsos que yo, hasta que no me vea en acción, no me lo creo.
- Y ahora qué, de paseo de incognito por la Tierra?
- Pues sí, contemplándoles a ustedes, sacando conclusiones sobre el tipo de personas a las que hay que acojonar.
- Posiblemente tengan que esperar mucho más tiempo.
- No sé, no sé... Veamos que pasa con lo de la profecía maya y la tormenta solar. A lo mejor esta es la buena.
- Eso dice Valdivieso.
Animalmente ( XIV )
"Yo soy el rey de la selva, pero en casa manda mi mujer" (Un león)
"Nosotras tenemos muy mala fama por culpa de la Biblia y la chorrada esa de la manzana prohibida" (Una serpiente)
Los loros tienen facilidad para los idiomas, pero se muestran reacios a mantener una conversación seria.
"Yo conté con el apoyo absoluto de mi amo en mi carrera política, como si fuésemos Camps y Rajoy, pero no me vi obligado a dimitir" (Incitatus, caballo de Calígula)
"Me dan pena esas chicas que se quedan en los huesos por no comer. Están más locas que mi amo" (Rocinante)