Conquistador

"Nada hay nada más inútil que el recato en una puta y el oro en una tumba"


"La gloria, como las palomas, come migajas en manos anónimas para luego cagarse sobre las estatuas de los grandes hombres"


Son dos de las muchas agudezas que se pueden leer en el libro "Centauros" de mi admirado Alberto Vázquez Figueroa, una novela que me ha emocionado y me ha ayudado a entender mejor la odisea de aquellos hombres que conquistaron el "Nuevo Mundo" Es la biografía novelada de Alonso de Ojeda, un espadachín nacido en Cuenca, que vivió la más asombrosa aventura como explorador de lo que luego se llamaría América.
Fue amigo de Juan de la Cosa, el cual colaboró con él cartografiando las costas, y maestro de Ponce de León, Francisco Pizarro, Hernán Cortés y Nuñez de Balboa. Dio nombre a Venezuela y determinó que aquello era un continente y no un archipiélago, contradiciendo la idea de Colón.
Recomiendo la lectura de este interesantísimo libro, tan instructivo como ameno y no exento de humor.




29 de Agosto


En este día cumpliría años Michael Jackson, pero los cumplo yo por él. Creo que esta gilipollez ya la dije otro año.
Llegué al mundo en verano, al País Vasco, más concretamente a Bilbao, a una clínica del bilbotarra barrio de Indautxu. Nunca me he molestado en preguntar si fue un día tórrido o la temperatura era soportable, y si se acercó mucha gente a conocerme. (Las personas que podrían darme esos datos murieron hace tiempo) Sólo me consta que mi madre ese día se puso de parto y... tachán, tachán!, aparecí yo.
La segunda guerra mundial ya quedaba algo atrás; la ETA todavía no se había estrenado; los automóviles de entonces, hoy son reliquias; Nadie hablaba de Franco en voz alta, la plebe estaba aterrada porque el enano golpista seguía fusilando a inocentes en connivencia con lo peor de la jerarquía eclesiástica; El Athletic era más glorioso que ahora; La ría estaba sucísima; los carboneros y lecheros llegaban a los domicilios con sus carromatos tirados por caballerías; Altos Hornos de Vizcaya funcionaba a tope... y la aristocracia en Neguri!
Aún no ha pasado un siglo pero lo parece.