El Real Madrid ya no va a La Cibeles a celebrar victorias porque lo gana todo el Barça. La Cibeles es una diosa pagana. Ahora va el Papa, que también viste de blanco, y le acompañan un mogollón de obispos, meapilas de todos los lugares del orbe católico y la Legión con el carnero marchoso. Los legionarios fueron en tiempos los ultras sur de Millán Astray, el mutilado más dicharachero de la banda de "africanistas"
A toda esta basca le va La Cibeles un montón. Y ahí está Rouco Varela, que es el Mourinho cabreado de la movida papal. A Rouco no le importaría emprenderla a patadas con los pecadores.
El cántico deportivo "Soy español, español, español!" se ha sustituído por "Soy pecador, pecador, pecador!" Voces laicas indignadas lo cantaron en la Puerta del Sol. Otro gritaron "Benedicto pederasta!" Y un energúmeno papista ha sido detenido porque quería poner una bomba para cargarse a los "rojos maricones" Y es que esta gente no admite más mariconadas que los zapatitos rojos del Papa.
Jesús, qué cruz!
