Escribir, escribir, escribir...

Escribir para mi es una necesidad, pero no me lo pagan. Soy un jodido necesitado, doblemente necesitado. Necesito dinero pero este no me viene por satisfacer mi necesidad de escribir. No me viene de ninguna manera. Peor aún, me he autoeditado hasta seis libros; es decir, me he gastado el dinero en libros... que yo he escrito, hay algo más imbécil? Y como buen imbécil me consuelo con las monsergas de siempre: que si Cervantes estuvo jodido toda su vida, que si Quevedo murió en la indigencia, que si a Jhon Kennedy Toole no le publicaron hasta mucho después de muerto... y eso que todos estos tíos escriben de putísima madre, mucho mejor que yo.
Hala, pues desahogándome un poquito, ya me ha salido otra nota para el blog.